Por Jonathan Planchart Lehrmann
Dicen que en el amor y el dinero todo se vale, en la lucha por el poder político también. La política no es una ciencia exacta, es más, a mi entender, no sé por qué la llaman “ciencia”. El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) la define como “arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los estados”, y “actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos”. Hay otras acepciones, en ninguna aparece la palabra ciencia.
Sin embargo, los que estudian la política como fenómeno social, hablan de la “ciencia política”, y quienes estudian a fondo esta última, se llaman politólogos, quienes tratan de observar las actitudes de los políticos y los ciudadanos bajo premisas “estrictamente científicas”. En ambas acepciones, la ciencia política tiene como objeto de estudio propio al poder que se ejerce en un colectivo humano. Así, la politología se encarga de analizar las relaciones de poder que se encuentran inmersas en un conjunto social, sean cuales sean sus dimensiones, locales, nacionales, internacionales y a nivel mundial. En la universidad, estudié en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, que no en una Facultad de Derecho, más bien, esta es una Escuela dentro de la Facultad, la otra escuela es la de Estudios Políticos y Administrativos- me refiero a la Universidad Central de Venezuela, por supuesto- lo que resalta más aún la condición científica del fenómeno político. Continuar leyendo «VENEZUELA, CIENCIA POLÍTICA Y MESA DE LA UNIDAD»