Carlos Eduardo Salazar
El presente es un análisis elaborado a partir de los principales hechos sociales y políticos que han sacudido la opinión pública en Venezuela los últimos días.
Una conspiración no es más que una alianza entre distintos factores de poder con el fin de conseguir un provecho común a costa de otro. A nivel político el fin de la misma no es más que derrocar o sustituir el orden establecido por vías de hecho.
Partiendo de esa premisa, últimamente el gobierno de Venezuela se ha visto asediado por una serie de protestas callejeras, algunas de carácter francamente insurreccional principalmente a partir de la marcha convocada por los estudiantes y respaldada por algunos sectores políticos del 12 de febrero conmemorativa del Día de la Juventud, misma que terminó en medio de un caos de violencia con un saldo de 3 fallecidos.
Según informaciones de prensa y medios de comunicación, esas víctimas tenían algo en común, certeros disparos en la cabeza con balas “blindadas”, la primera víctima correspondía al nombre de Juancho Montoya, líder de algunos “colectivos”, suerte de mercenarios al servicio de la revolución, mientras que los otros 2 eran estudiantes, el primero de ellos Bassil da Costa y el segundo, asesinado algunas horas luego de haber asistido a Bassil, de nombre Robert Redman.
Antes de estos hechos, Venezuela venía de una serie de protestas estudiantiles que empezaron en Mérida, a raíz de la violación de una estudiante en una universidad, cuestión que desbordó la rabia estudiantil puesto que la inseguridad reinante en Venezuela ha estado alcanzando ya cotas insoportables para cualquier sociedad.
Casi paralelamente a estos hechos, el 23 de enero de este año, se unieron 3 factores de oposición, María Corina Machado, Leopoldo López y Antonio Ledezma con un discurso que hizo vibrar a la oposición venezolana, llamando a la protesta en la calle frente a los problemas que agobian a todo el que vive en esta tierra: inseguridad personal y jurídica, inflación, escasez de alimentos, alto costo de la vida, corrupción, falta de oportunidades unido a un cerco mediático que amenaza con acabar con la libertad de expresión en Venezuela, a esta solución la llamaron La Salida.
La agenda de quienes lideran La Salida pasaría por una serie de protestas, en donde el movimiento estudiantil organizado de oposición al gobierno ya venía manifestándose de manera de lograr una avanzada de calle que pusiera contra las cuerdas al gobierno con el fin de: Negociar las medidas económicas y políticas que ha ejecutado últimamente el gobierno o solicitar la renuncia del presidente y que se constituya un gobierno de transición que llame a elecciones ante una ejecutoria desastrosa, bien por ineptitud, bien por la testarudez de querer imponer un modelo político y económico fracasado desde el punto de vista de estos factores de oposición.
Estas acciones como estrategia es válida puesto que si no hubiese descontento popular el llamado a protestar en la calle no hubiera tenido eco. Sin embargo, ocurrió un hecho trágico, que fue la muerte de estos 3 ciudadanos en la marcha del 12 de febrero. Aquí es donde entra la presunta conspiración.
Todo indica que quienes asesinan a Juancho Montoya y los estudiantes fueron agentes del Sebin, de hecho se barajan 2 nombres, uno de ellos Melvin Collaso, comisario adscrito a dicho organismo de inteligencia y el otro de nombre Jhonattan Rodrigues, sargento del ejército y escolta del ministro Rodríguez Torrez. Corresponderá al Ministerio Público establecer las responsabilidades; sin embargo, si esto es así, y a pesar que el propio Maduro había, como ha repetido en reiteradas ocasiones, haber dado orden de acuartelamiento, los videos improvisados revelaron que había funcionarios del Sebin uniformados percutando sus armas.
Tan grave fueron los hechos que el propio Maduro removió al recién nombrado en enero de este año jefe del Servicio Bolivariano de Inteligencia (otrora Dirección de Servicios de Inteligencia y Prevención, DISIP), policía política del estado venezolano, General Manuel Gregorio Bernal Martínez, quien ejercía como director del citado cuerpo policial apenas desde el 23 de enero, sustituyéndolo por el Mayor General Gustavo Enrique González López. ¿Qué pasó para que se desobedeciera una supuesta orden de acuartelamiento del jefe del Ejecutivo (el sebin responde al ministerio del interior y justicia) y que, vista esa insubordinación, se haya decidido asesinar un connotado miembro de un “colectivo” (de quien Maduro había dicho que era su amigo), al tiempo de asesinar también un estudiante, como para crear un caos, que de hecho se provocó, puesto que este hecho fue lo que provocó la explosión social que estamos viendo actualmente en Venezuela.
Entonces si Maduro fue desobedecido por alguien interesado en causar caos, ¿Quién fue? ¿A quién le interesa hundir el gobierno de Maduro además de la oposición? Porque esos muertos no fueron de la oposición.
Posterior a estos hechos, y días de violencia inusitada en Venezuela, el Líder de Voluntad Popular se entrega en medio de un acto épico al tiempo que dramático. Fue escoltado por Diosdado Cabello, tanto en su entrada a los tribunales como a su lugar de reclusión, al tiempo que nos enteramos que venía afinando desde hace 3 noches los detalles de la entrega. Se filtró una foto muy simbólica en donde se ve Cabello, presidente de la Asamblea Nacional junto a López en un pasillo de los tribunales, algo así como “el pueblo escoltando a López”, puesto que Diosdado es el representante del poder del estado que representa al pueblo.
Ya Cabello había sido puesto en evidencia meses atrás por un audio entregado por un informante anónimo (¿G2?) al diputado Ismael García en donde se hacía visible un supuesto plan conspirativo por el Nº 2 del régimen.
Maduro, en días pasados hizo referencia a una alocución de Henrique Capriles donde advertía que “Maduro vete ya puede implicar Diosdado vente ya”, Capriles fustigó ostensiblemente a Cabello cuando fue gobernador de Miranda, llevando casos de corrupción a la fiscalía.
Yo me pregunto, ¿Qué le hace falta a la oposición para poder gobernar? 2 cosas, control de las Fuerzas Armadas y representación chavista: dichas variables las reúne Diosdado.
Ahora bien. Según información suministrada, (mas no corroborada) se rumorea que en días pasados se efectuo una reunión con agentes de la CIA y funcionarios de la embajada Norte Americana en Venezuela, donde participarían por separado o representados, personajes ligados al gobierno y otros de la oposición. Según fuentes informantes, en tal reunión se llegaron a varios acuerdos, dentro de los cuales se estaría hablando de ponerle un freno a la intromisión cubana.
¿Qué tienen en común Diosdado y algunos factores de la oposición? Evidentemente cortar los lazos con Cuba. ¿Diosdado y Leopoldo podrían ser una dupla que garantiza la gobernabilidad en un país atormentado como Venezuela?.
En un país donde todo el mundo conspira, desde las amas de casa pasando por los estudiantes hasta llegar a los políticos de oposición y los propios miembros del gobierno, esta supuesta conspiración no tendría nada de extraño, sobre todo tomando en cuenta que el PSUV es un partido que tiene sus horas contadas por el simple hecho que comunistas con militares no pueden convivir, y quien hacía posible esa unión anti-natura ya no está presente.
Que me desmientan.