Por Carlos Ernesto Rodríguez
Esta artículo que ahora empiezo a escribir es posible gracias a la ayuda consciente o inconsciente de 4 venezolanos que según entiendo no se conocen entre ellos. El primero, mi buen amigo Noé Pernía, que esta semana me dio la sugerencia de que escribieramos algún artículo didáctico, sencillo, sobre las políticas económicas de Maduro y sus consecuencias. El segundo, Nicolás Maduro, que con la intervención de la comercializadora/importadora Daka, nos coloca un ejemplo a la mano para discutir. La tercera es Valentina, a quien conozco a través de amigos en común, defensora convencida del chavismo y con quien tengo regularmente discusiones, duras, pero siempre respetuosas, y sobre muy interesantes. Por último, mi también pana Andrés Chiodi, que con una reflexión de esas siempre incisivas y certeras esta semana, me va a regalar la reflexión final del artículo. A los 4, gracias, porque me han ayudado a escribir, ahora que me está costando tanto.
Ayer, 8 de Noviembre, el gobierno venezolano ordenó la intervención de la comercializadora de electrodomésticos Daka, tomando toda la existencia de productos que tenía en sus almacenes y poniéndolos a la venta a un precio “justo”, puesto que la empresa había estado aumentando los precios de manera “desconsiderada” y “abusiva” en los últimos meses. Para colocarnos en contexto, y para todos aquellos que no viven en Venezuela o no están familiarizados con su realidad, existe un control cambiario desde hace 10 años que no permite la libre convertibilidad de la moneda, sino solo a través de la autorización de un par de entes del gobierno llamados Cadivi o el Sitme y quienes son los encargados de asignar las divisas, según las prioridades determinadas por el gobierno. Por otro lado la economía venezolana padece una escalada inflacionaria, que ha llevado este año a que la inflación ronde el 50% (anualizada a Octubre). Por último existe un mercado “negro” de divisas donde se pueden encontrar dólares pero a un precio que ya prácticamente multiplica por 10 al valor oficial que es de 6,3 BsF/dólar.
Teniendo ya claro el panorama, haremos un ejercicio sencillo, imaginemos que somos una importadora de productos que decidimos que queremos vender en Venezuela, un producto cuyo costo total (sumando costos directos e indirectos) es de 100 USD. A dicho producto además hemos decidido ganarle un 10%. Hemos tenido suerte y recibimos los 100 USD de Cadivi a precio oficial, por tanto el costo de nuestro producto (valorado a dólar cadivi) son 630 BsF que es el resultado de multiplicar los 100 USD a la tasa oficial de 6,3 BsF/dólar.
Luego, y aquí empieza la discusión interesante, ¿a cuánto debo vender yo ese producto? Lo que opinarían en el gobierno y muy posiblemente sus seguidores es que el precio de venta debe ser 693 BsF, que sería el costo valorado a tasa oficial más el 10% que decidimos ganarle, también a tasa oficial (obviaré la inflación un momento para hacer más sencillo el ejemplo). Sin embargo, resulta que Cadivi no representa un flujo de dólares constante para quien importa, un importador a priori no sabe si la próxima vez que solicite dólares preferenciales los tendrá, si serán aprobados, por tanto si valora a dólar cadivi, ni tiene NINGUNA seguridad de poder reponer el bien que vende ¿Y a cuanto valora entonces? La primera opción y no muy segura es valorar con el dólar del Sitme, que ronda los 14 BsF/dólar. Por tanto para garantizar que puede vender ese producto, ganar 10% y tener el dinero de vuelta para reponerlo tendría que hacer la siguiente cuenta, 100 USD de costo por 14 BsF + 10% de ganancia también a 14 BsF, eso da un valor de 1.414 BsF. Que es prácticamente 100% mayor al valor a dólar cadivi. Pero el Sitme tampoco es garantía, porque apenas se subastan 100 millones de USD cada 2 semanas o semanalmente y para una economía como la venezolana eso representan migajas, es muy poco.
Ahora, ¿donde sabe el comerciante que puede conseguir los dólares para reponer el bien que está vendiendo en caso de no conseguir la aprobación en Sitme o en Cadivi? Pues, en el mercado negro, el dólar paralelo. Él sabe que allí en último caso los puede o los va a conseguir y su única restricción es si tiene los Bolivares para pagar lo que le pidan por un dólar.
Al momento de la venta o en ese instante en el que debe marcar el precio del producto, la opción más segura que tiene para conseguir los dólares, lamentablemente es el mercado negro, porque la oferta de dólares del gobierno está muy restringida, entonces lo que hace es multiplicar los 100 USD por el cambio paralelo del día, que por ejemplo hoy es de 60 BsF/dólar, por tanto para vender ese producto, ganar 10% y poder reponerlo, tiene que valorarlo de la siguiente manera, 100 USD por el dólar paralelo del día + 10% de ganancia por el dólar paralelo del día, eso da 6.060 BsF.
¿Especulamos con la venta? NO, si apenas estamos asegurándonos que vamos a ganar 10% y podremos reponer el equipo para poder hacer otra venta. Lo que está ocurriendo es que el llamado “costo de reposición” que es lo que me cuesta volver a comprar el producto para poder comenzar otro proceso de ventas posterior de manera segura, SOLO puedo valorarlo a mercado libre, porque el Sitme y Cadivi, o lo que es lo mismo, los controles, no permiten tener certeza a un comerciante si va a poder acceder al dinero que necesita para obtener los productos de los que vive.
¿La solución? A mi manera de ver, eliminar los controles a la economía, comenzando por el control de cambio, porque es la única manera de que se sepa de manera más o menos certera cual es el precio real del dólar a la hora de valorar en BsF el llamado “costo de reposición”.
Adicionalmente, también es importante bajar la cantidad de dinero circulante en la economía, o lo que es lo mismo, la gran cantidad de Bolívares que se encuentran en la calle, porque eso hace que al haber tanta liquidez, los precios tiendan a subir ¿Y quien puede hacer eso? El gobierno, porque es el principal actor económico, a través del gasto público ¿Eso quiere decir que hay que eliminar TODOS los subsidios? NO, eso quiere decir que hay que dejar los verdaderamente importantes, asociados a la educación y salud y revisar bien el resto.
Sin embargo, el problema con la economía venezolana (aquí es donde entra la colaboración de Andrés) no va a mejorar en el corto plazo porque “La medicina que el país enfermo necesita, que le puede reponer, ni la quiere, ni cree necesitarla, ni toleraría los efectos secundarios temporales”.
Como diría desde el cielo mi admirado Oscar Yanez, “Así son las cosas”.
No es SITME es SICAD – 10% de 6000BsF no es 600 es 600BsF.
Gracias Daniel, un par de errores inconscientes. Saludos
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Hola Carlos
Para escribir mi comentario, voy a partir de tu premisa que dice que no están especulando.
0. Tienes Bs. 100 (con lo que puedes comprar un bien x)
1. Si tomas los Bs. 100 y lo pones en una cuenta bancaria de ahorro al 10%, al final del año tendrás Bs. 110.00, pero el bien de cuando el inicio del período de depósito está ahora a Bs. 200, lo que significa según tu lógica – aplicada ahora a mi lado- que el banco en vez de darme Bs. 110,00 por lo menos debería darme Bs. 200,00
2. El Comerciante no vende una nevera, sino una cadena de ellas en el año. Si me la vende con tu teoría de «reposición» a dólar paralelo, significa que:
2.1. Que ya no hace solicitud a Cadivi?
2.2. Que si no recibe dólares Cadivi, puede seguir en el juego porque vendió la nevera a precio «justo»?
2.3. Que si recibe dólares Cadivi, llama al comprador de la nevera, para devolverle la diferencia, ya que el precio justo es en base a Bs. 6.30?/dólar
2.4. Que si recibe dólares Cadivi, pero no devuelve al comprador ni un centavo y se vuelve usurero/especulador?
3. Dame un solo caso que conozcas del punto 2.3. y creeré tu famosa teoría.
Tu escrito no es más que una apología al delito y estás lejísimos de una economía bajo reglas. Esto que escribes no es más que una demostración que existe demasiada libertad de prensa. En ámbitos estrictamente académicos este escrito no pasaría de ser un chiste malo.
Aceptar tu teoría nos es más que cohonestar la de miles de venezolanos que van a Ecuador a hacer su raspaíto, y regresan a Venezuela con verdes que venden a 63 aunque lo hayan comprado a 6.30 y pueda reponerlo al año siguiente, con toda seguridad y llevando a sus hijos a hacer «turismo» y enseñarles
el «valor» de cómo se estafa una Patria.
Dios.
Te escribo esta vaina, cerca de la Patagonia, los pagos que ahora pateo.
Hola Bolivar,
Siempre es un gusto saludarte. No suelo responder a las comentarios de mis artículos, porque considero que es importante que cada lector haga suyo el texto, lo critique, y haga cualquier crítica con la libertad que se merece. Las pocas excepciones que he hecho a esta regla han sido justo por comentarios tuyos, que son siempre completos e interesantes (sin quitar mérito al resto de los comentarios).
Fíjate, lo primero es que cuando tu colocas dinero en un banco, firmas un contrato de intermediación financiera donde están establecidas las condiciones del depósito. Si depositaste 100 BsF y te dicen que te van a pagar 10% anual de interes, es claro, clarísimo lo que debes recibir en concepto de intereses anuales: 10 BsF.
Otra cosa es que la economía real te diga que con una inflación de 58%, en vez de ganar 10% estás perdiendo 48% del valor de tu dinero porque tenemos tasas de interes reales negativas.
Con respecto al resto de los puntos, lo que quise dejar claro en el artículo es que mientras no exista un flujo constante de dólares, los comerciantes al no saber si la próxima vez van a recibir divisas de Cadivi o Sicad, no tienen otra manera de garantizar su participación en esa venta en cadena de la que hablas, sino valorando el costo de reposición al valor del dólar paralelo. Porque yo te puedo vender la nevera valorandola a 6,30 BsF y si después no me aprueban cadivi o sicad para importar nuevamente, salgo del mercado y con eso mis empleados y sus familias pierden su trabajo. Así de sencillo.
Por último, según la ley de Ilicitos Cambiarios, no se puede mencionar al dólar paralelo ni su valor, ni tampoco se pueden hacer transacciones a un valor distinto al valor oficial.
Sin embargo, un venezolano que sale del país a «raspar» su cupo, es tan víctima del control de cambio, como el comerciante que es obligado a vender su mercancía a «precios justos» cuando no sabe cuando recibirá dolares o cuando no, llevandolo a un riesgo potencial de quiebra. Tu eres capaz de apuntar con el dedo a alguien que toma su dinero y sale del país a buscar dólares tratando de paliar la situación de una economía que sólo en alimentos tiene una inflación de 73%? Yo no.
Saludos
Por cierto todas estas distorsiones son posibles gracias al control cambiario, que es el causante de todo el tema.
Una cosa más, no quiero decir que en Venezuela no haya especulación, claro que la hay. Muchísima gente especula aprovechandose de las distorsiones económicas. Bandidos hay, ha habido y habrá. Pero no creo que la manera de acabar con la especulación y las distorsiones de la economía sea a través de medidas cuya intención es eminentemente política.
Saludos
Carlos
Valoro muchísimo tu respuesta.
Como sabes viví cuarenta y dos años en Venezuela y estimo que mi negocio de computación, el más grande del oriente venezolano, me enseñó muchas cosas, entre ellas a conocer el momento exacto para liquidarlo. Todo esos años de trabajo y ahorros, se convirtieron en casi nada. A Dios gracias me jubilé como Profesor Titular de la UDO, labor que en esa Patria Grande lo hacía por deuda social, a mi juicio. Esa jubilación me permite vivir y seguir en mis luchas sociales, en este Ecuador, mi otra Patria Grande. Trabajé siempre por la derecha y cuando me dí cuenta ya todo había acabado.
Pero utopías Carlos, y no me desconecto de Venezuela porque la quiero como tú, y reconozco a veces soy duro, pero caminar por la derecha (modo correcto me refiero) me ha hecho llevar unos cuantos tablazos y eso endurece, a veces, hasta al más pintado. Trabajo en Ecuador buscando que la democracia se consolide, que los campesinos e indígenas no abandonen el campo -porque si lo hacen nos quedaremos sin papa- y que mi hijo sea buen ciudadano más que buen alumno, tal como hace meses lo manifestabas en un artículo, que tú también haces algo parecido. Ves, también conozco tus historias y las valoro. Allende fronteras a veces nos tomamos atribuciones que quizá ya sean de otros, porque pareciera, que para ellos, es la Patria escogida.
Prefiero esta vez compartir historias del saber cotidiano, que hablar de economía porque este intercambio contigo me ha enriquecido lo suficiente, como para inventar más.
Un abrazo Carlos y buen camino
Bolívar
Gracias a ti! Primero nos leernos, cuestionarnos y tomarte el tiempo de escribir tus opiniones. Siempre certeras y duras, sinceras.
Y gracias también, por dedicar más de 40 años a educar en Venezuela. Esa deuda es impagable.
Un abrazo, salud y éxito en todo.