Por Carlos Ernesto Rodríguez
Con la vuelta al poder del PRI luego de 12 años en la oposición son muchas las interrogantes que se plantean en el futuro mexicano
Una vez conocidos los resultados de las elecciones de Julio del 2012 y con la elección de Enrique Peña Nieto del PRI como nuevo presidente de México esa parece ser la gran pregunta. Aunque el país se encuentra a la espera de los resultados de las distintas impugnaciones y recursos presentados por Andrés Manuel López Obrador y que no buscan otra cosa que la anulación de los comicios de Julio pasado y la repetición del evento electoral, tarea que por cierto no será nada sencilla.
Con la vuelta al poder del PRI luego de 12 años en la oposición son muchas las interrogantes que se plantean en el futuro mexicano, la primera de ellas es ¿Cuál es el perfil del PRI que vuelve al poder? Puede ser posiblemente la pregunta más relevante puesto que Enrique Peña Nieto parece encarnar una nueva generación y la renovación del PRI, representando un partido que ha aprendido de sus errores del pasado y que lo llevaron a perder el poder luego de gobernar durante 70 años de manera consecutiva. Sin embargo existen todavía dentro del Partido Revolucionario Institucional corrientes de pensamiento que añoran antiguas épocas en la cual la separación entre dicho partido y el estado mexicano era realmente muy difusa. Tendremos una primera lectura de cómo se mueve Peña Nieto entre estas dos corrientes cuando anuncie el perfil de su gabinete y podamos saber los nombres de sus ministros.
Y es que de este perfil del PRI dependen muchas cosas importantes para México ahora que han sido elegidos para gobernar el país en los próximos 6 años, citaremos solo dos de ellas:
- 1. Resolver el tema de la violencia de las organizaciones criminales del narcotráfico:
Este es seguramente uno de los grandes lastres para el PAN en la pasada elección presidencial. El gobierno de Felipe Calderón no ha sido capaz de controlar la violencia desatada por los grandes carteles de la droga en su lucha contra el narcotráfico. Y es que al leer a muchos de los analistas políticos mexicanos suele haber muchas coincidencias en la denuncia sobre la manera torpe en la que el gobierno de Calderón ha manejado la lucha contra el narcotráfico y que ha provocado una campaña de violencia que ha convertido a buena parte de las grandes ciudades mexicanas en las ciudades más inseguras de América Latina.
Las cifras son realmente impresionantes puesto que desde el 2006 en el que arranca el gobierno de Felipe Calderón han sido asesinados 27 personas diariamente para dar un total de 47.515 homicidios registrados al 30 de septiembre de 2011. El incremento de las tasas de homicidio interanual muestran claramente el recrudecimiento de la violencia al verificar que hubo un crecimiento comparativo 2009-2010 del 70%; del 2008-2009, del 63%; y del 2007-2008, del 110% ( todas cifras presentadas por La Procuraduría General de la República – PGR).
La resolución a este problema es posiblemente el primer punto en el que deban centrarse Peña Nieto y el PRI. Esta por verse también cual será la estrategia a utilizar puesto que en la campaña electoral se especuló enormemente sobre la posibilidad de una negociación con los carteles de la droga para lograr disminuir la violencia, sin embargo las primeras declaraciones del nuevo Presidente no van en ese sentido.
- 2. La reforma energética:
Es este punto de vital importancia para México tanto a lo externo como a lo interno. Por un lado la compañía de Petróleos Mexicanos (PEMEX) necesita tecnología de punta de la cual carece para poder realizar la prospección de nuevos yacimientos a grandes profundidades de hasta 3.000 metros en aguas del golfo de México. Sin esta tecnología no podrá superar un déficit energético que ha sido ya anunciado y que corresponde a 500.000 barriles de petróleo diarios, equivalentes a 14.000 millones de dólares anuales menos para la economía mexicana.
Sin embargo la constitución prohibe expresamente la inversión privada en exploración, explotación y refino de hidrocarburos.
Es esta una de las grandes reformas que se ha dejado aparcada durante los 12 años de gobierno del PAN, puesto que los grandes partidos no fueron capaces de ponerse de acuerdo para realizar las reformas necesarias que permitan la entrada de capital extranjero y las asociaciones estratégicas de Pemex con otras compañías que a su vez le permitan obtener la tecnología necesaria para extraer petróleo a mar abierto y a grandes profundidades.
Sin embargo la negociación de la reforma energética no será nada sencilla en el congreso puesto que ninguno de los grandes partidos cuenta con mayoría absoluta según los resultados de la pasada elección. El PRI Apenas pudo obtener un 31,25% de la votación para senadores, el PAN el 25% y el Movimiento Progresista conformado por el PRD-PT-Movimiento Ciudadano logró el 18,75 % con lo cual se esperan largas y arduas negociaciones para obtener el consenso necesario que permita las modificaciones legales necesarias y así llevar adelante la apertura del negocio petrolero a capital privado ya sea mexicano o foráneo.
Por último, esta negociación no se dará solo en el congreso mexicano sino en toda la sociedad puesto que la palabra “Privatización” asociada al sector petrolero en México no es algo que la opinión pública acepte, así buena parte de los mexicanos se muestran contrarios a dicha apertura.
Debemos esperar a ver si los partidos mayoritarios y más propensos a aceptar dicha apertura como el PAN y el PRI son capaces de arriesgar parte de su capital político para llevar adelante la reforma y por otro lado será importante la reacción de la “izquierda mexicana” representada por el llamado Movimiento Progresista (PRD-PT-Movimiento Ciudadano) ante dicho tema ahora que han salido fortalecidos de la última elección a pesar de haber perdido la presidencia.
Por último es precisamente el resultado obtenido por la llamada “izquierda mexicana” una de las grandes incógnitas que nos deja el pasado proceso electoral para responder nuestra pregunta inicial del artículo.
El llamado Movimiento Progresista obtuvo lo que seguramente es el mejor resultado de los partidos de izquierda mexicanos en toda su historia. Sólo en la Ciudad de México obtuvo el triunfo de su candidato a la alcaldía con el 60% de los votos (35 puntos de diferencia con la candidata del PRI que ha quedado en segundo lugar), obteniendo además todos los cargos de elección popular que se encontraban en juego en el DF.
Adicionalmente obtienen en total el triunfo en seis entidades: Distrito Federal (capital), Guerrero (sur), Morelos (sur), Oaxaca (sur), Tabasco (sureste) y Tlaxcala (centro) en la elección a senadores y el 27,2 % en la elección de diputados a nivel nacional.
Estos resultados nos llevan a preguntarnos si ¿ha comenzado México un giro a la “izquierda” como ha ocurrido en prácticamente toda Latinoamérica?
Tiene la izquierda mexicana una tarea formidable por delante en este sexenio de gobierno del PRI, para hacer una oposición responsable y asumir posiciones realmente progresistas que permitan a México disminuir los índices de desigualdad, mejorar el sistema educativo, realizar las reformas necesarias para relanzar su industria petrolera sin perder el mensaje de corte social-demócrata.
El primer escollo será ver hasta donde acompañan a López Obrador en su proceso de impugnación del proceso electoral sabiendo que tienen aún en la reserva a quien posiblemente sea su mejor candidato, como lo es el ex – alcalde de la Ciudad de México Marcelo Ebrard (electo en alguna oportunidad como el “mejor alcalde del mundo” por el Proyecto World Mayor).
De hecho muchos analistas comentan que si el candidato del Movimiento Progresista hubiese sido Ebrard la elección hubiese estado en el peor de los casos mucho más cerrada.
Tendrá la izquierda que decidir en algún momento si mueve ficha a favor de AMLO y lo acompaña en su cruzada por la impugnación de las elecciones de Julio 2012 o se reserva su capital político para la próxima elección apostando al desgaste del PRI y del PAN en un gobierno que efectivamente no será nada sencillo.
En resumen, los próximos 6 años serán vitales para saber a donde se mueve México en lo interno y sobre todo para saber si logra recuperar ese espacio a la cabeza de Latinoamérica que ha perdido en favor de Brasil, además de recomponer su imagen internacional tan golpeada por la violencia del narco.
No queda más que desearle éxito a la sociedad mexicana en todas estas tareas que no serán fáciles pero que pueden marcar el destino de toda la región latinoamericana habida cuenta de la importancia de México en dicho contexto.
carlosrodriguez@dialogopolitico.net