Por Omar Arenas Pérez
«Resulta irónica la importancia que se le da al tema bélico, mientras el país se encuentra sumergido en un clima de total inseguridad»
Recientemente han sido varias las declaraciones por parte de voceros del oficialismo, quienes aseguran contar con un programa de gobierno donde, palabras mas, palabras menos, se garantiza la soberanía de los recursos naturales del país, y el avance hacia la profundización del modelo llamado “socialismo bolivariano del siglo XXI”.
Además dicen asegurar: “La mayor suma de seguridad social, de estabilidad política, y mayor suma de felicidad”, tal como señala textualmente el programa de gobierno, donde según ellos, es necesario trascender del modelo rentista capitalista, hacia el modelo económico productivo socialista.
Estos objetivos nacionales, como los llaman en el programa de gobierno, son contradictorios. Hoy mas que nunca dependemos exclusivamente de la renta petrolera, demostrando la incapacidad del gobierno para impulsar otros sectores productivos nacionales.
Llama la atención dentro del programa de gobierno, la promesa del aumento de la producción agrícola nacional, promesa que ya ha hecho el presidente en cada una de sus campañas electorales, y en muchos de sus discursos políticos. Resultando que en la practica esta supuesta producción socialista, ha sido un enorme fracaso; la verdad es que en la actualidad la producción nacional no cubre ni la mitad de la demanda del país.
Por otro lado, como objetivo primordial en el programa de gobierno de Hugo Chávez, insiste en la carrera armamentista y en el poderío militar, siendo tan importante para su gobierno, que en el pasado y actualmente, se han invertido enormes cantidades en la compra de armamento ruso, así como en la instalación de fabricas de fusiles y municiones en el país, prometiendo aumentar y profundizar en esta materia.
Pareciera que para el gobierno, la soberanía alimentaria, como ellos mismo la han llamado, pasa por el incremento de la pólvora y la violencia, porque a la hora de evaluar estos objetivos propuestos, mientras en uno dependemos prácticamente de la importación de alimentos, en el otro avanzamos en la producción nacional de armas y suministro de municiones.
Resulta irónica la importancia que se le da al tema bélico, mientras el país se encuentra sumergido en un clima de total inseguridad, una de las preocupaciones principales del gobierno, es añadir armas al cóctel de la violencia. Pretendiendo hacernos creer que la supuesta seguridad social, estabilidad política y suma de felicidad, depende de un fusil y unas cuantas balas.
En estos casi 14 años de gobierno de Hugo Chávez, es difícil creer que a estas alturas se tomarán medidas que corrijan las enormes faltas y negligencias del socialismo del siglo XXI, se trata de meras promesas electorales que por supuesto no piensa cumplir, como en reiteradas ocasiones ha ocurrido anteriormente.
Tal como lo ha demostrado y en base a lo vivido, la única promesa que seguramente si pensará cumplir es la de las balas y los fusiles.
omararenas@dialogopolitico.net
Muy interesante su artículo, pero quisiera que tomara en cuenta lo que implica en la práctica la elaboración de políticas públicas en temas de seguridad ciudadana, y temas de defensa. La primera hacia el control y prevención de delitos, la promoción de la convivencia ciudadana; la segunda hacia los temas militares, la industria militar, la defensa de la nación. Es evidente el énfasis de la consolidación de la Industria Militar venezolana, y en especial lo que se menciona como el ‘Aumento del Poderío Militar’ en el programa de gobierno del candidato Hugo Chávez, y la discreta presencia de la Seguridad Ciudadana, sobre todo secundaria. Mucho éxito…
Muy bueno, lamentablemente esa es la realidad, es mas importante la visión militarista que superar temas como educación etc.