Por Carolina Abrusci
Ese Rey que mandó a callar a Hugo Chávez en aquella oportunidad y que para muchos quedó como una persona prepotente, en esta pidió perdón y mostró su lado más humilde.
El ¿por qué no te callas? Don Juan Carlos fue sin duda una frase que, al menos en la comunidad iberoamericana, generó gran impacto. Hoy en día las tiendas de souvenirs madrileñas tienen alguna camisa o gorra con dicha pregunta estampada, y como es de esperarse, más de un venezolano –opositor-, al conseguir semejante recuerdito, opta por invertir un par de eurillos CADIVI (muy preciados) con tal de llevarse consigo la polémica cita del Rey Borbón.
En aquella oportunidad, Don Juan Carlos fue visto por una parte de la opinión pública como prepotente, mientras otros (opositores a Chávez) le aplaudían, hacían versiones de “reygueton” y del “Que viva España” al ritmo de “¿Por qué no te callas?”. Estudiosos de las relaciones iberoamericanas y la política exterior de España aseguran que ese “¿por qué no te callas?“ marcó la decadencia de las Cumbres Iberoamericanas y trajo como consecuencia que España perdiera peso, relevancia e incluso respeto en tan importante escenario internacional. En lo personal considero que esa aseveración no puede ser evaluada como una única causalidad. Debe considerarse la casualidad de UNASUR, ALBA, Celac: espacios muy latinoamericanos que están afianzando la alianza de los pueblos del sur sin presencia norteamericana ni europea. Esto puede comprobarse con tan sólo echarle un ojo a la “lista de asistencias“: mientras a la última Cumbre Iberoamericana en Paraguay asistieron únicamente la mitad (11/22) de los Jefes de Estado (incluyendo al de Andorra, la menos “iberoamericana” del grupo), a la CELAC (que tuvo lugar apenas 2 meses después en Caracas) asistieron casi la totalidad (30/33) de Jefes de Estado. ¿Casualidad?
Si las polémicas declaraciones del Rey en aquel foro le costaron mucho ante los ojos de algunos latinoamericanos, sus recientes disculpas le dieron puntos ante los ojos de los españoles. Las instituciones españolas, especialmente la Monarquía, están atravesando tiempos verdaderamente turbulentos. Después del 15-M España pide a gritos un cambio, y cada día comienzan a verse con mayor frecuencia banderas republicanas en la calle y las manifestaciones. En un contexto de recortes adoptados por el nuevo gobierno, la nacionalización de REPSOL/YPF, el juicio por el caso Nóos que involucra al Duque de Palma, yerno del Rey, la polémica por el accidente que Froilán, joven de 13 años y nieto de Don Juan Carlos, quien se disparó accidentalmente en el pie (el uso de ese tipo de armas está permitido en España a partir de los 14 años de edad). Como es de esperar, la ausencia de su Majestad era algo notable ante todos estos acontecimientos, pero se hizo más evidente aun cuando se descubrió que Don Juan Carlos se encontraba ausente por estar cazando elefantes en Botswana.
Creo que la descripción de la situación es suficiente para que cada quien considere los argumentos de descontento que manifestó la sociedad española en general. Sin embargo, ese Rey que mandó a callar a Hugo Chávez en aquella oportunidad y que para muchos quedó como una persona prepotente, en esta pidió perdón y mostró su lado más humilde. Sus primeras declaraciones al recibir el alta hospitalaria fueron las siguientes. “Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir“. Esto, sin duda, no cambia el descontento que sienten los españoles ni la magnitud del error de Don Juan Carlos. Sin embargo, creo que a pesar de las críticas que se le han hecho y los comentarios que afirman que es triste, deprimente, y evidente muestra de decadencia de la monarquía, hay que resaltar el gesto de humildad que representa la disculpa del Rey. El tan criticado monarca no dudó y tuvo el valor de hacer lo que muchos políticos, aquí y allá, no han hecho jamás. De hecho, una reciente encuesta ha determinado que el 70% de los españoles han aceptado las disculpas del Rey. Eso, sin duda, lo dignifica y hace que se gane el respeto de al menos un buen grupo de ciudadanos que valora que, sin excusas, se asuma que se ha cometido un error. Yo sigo esperando que, no en España, sino en Venezuela, aquellos “Reyes sin corona“ se dignen en alguna oportunidad a asumir errores en público. El país está esperando respuestas por las recientes declaraciones de Aponte Aponte, y mientras tanto, el chavismo no se cansa de señalar con el dedo e insultar a la oposición “majunche” mientras Chávez nos gobierna desde Cuba y por Twitter. Comprendemos que como ser humano tiene derecho a velar por su salud y a recibir adecuado y oportuno tratamiento, pero el país está esperando que como Jefe de Estado nos informe a los venezolanos cómo es posible que tengamos que sobrevivir a semejante desgobierno. Comandante, un “me he equivocado” no lo humillaría: lo dignificaría. La paradoja de todo esto es que hoy en día no es Don Juan Carlos quien pregunta “¿Por qué no te callas?, sino que somos los venezolanos los que preguntamos por qué no nos hablas…
Carolina Abrusci
ciertamente creo que el Rey de España hace y deshace sin que eso afecte su condición de monarca, el puede hacer lo que le de la gana, lo que pasa es que en la antiguedad seguramente estaría haciendo estragos desde el poder, ahora los hace desde otro contexto, viviendo la vida loca…
Artículo muy interesante, que nos invita a pensar en una virtud que se ha vuelto en nuestra contra, me refiero a la inocencia. La inocencia de pensar que nuestro Reyezuelo latinoamericano nos va a dar explicaciones; y por otro lado, la inocencia de pensar que él y sus secuaces van a reconocer sus errores, sin que se les fracture la cadera o les tomen la foto con el elefante muerto. Seguro que ante tales pruebas hasta el rey de España ofrece disculpas. Ellos tampoco lo harán, al menos no hasta que los agarren con las manos en la masa. Y las declaraciones de Aponte hasta ahora pueden seguir siendo tergiversadas, y manipuladas por la maquinaria chavista. Necesitamos la foto con el elefante muerto y el arma al hombro, y tal vez un par de caderas fracturadas.
Totalmente cierto, y ni aún así!
Me gusto mucho el articulo!!! Ademas de ser oportuno para los tiempos q vivimos aqui y alla! Y esperemos que no solo Chavez tenga la decencia de disculparse ante Vzla. Y el mundo! Si no que lo haga sinceramente y de ejemplo con los hechos! Ya q el reloj no esta a su favor!!!
Carolina, felicidades por tu oportacion!!!!
Muy buen artículo, unas disculpa no resuelven el daño que se causa, pero bueno, aún así es mejor que nada…
Excelente artículo con excelentes reflexiones sobre lo que esta pasando tanto en España como en Venezuela, a la par que trata el tema de que latinoamerica quiere buscar su propio protagonismo sin Europa o Estados Unidos como tutores.
Muchas gracias a todos por sus comentarios!