Por.Carlos.E..Rodríguez
Para el momento en el que escribo estas líneas se está desarrollando en Cartagena de Indias, Colombia la VI Cumbre de las Américas. A la misma asisten los presidentes de 30 de los 34 países de la región. No ha asistido el presidente de Cuba, puesto que Cuba no ha sido invitada a la cita al no formar parte de la OEA, organización de la que fue expulsada en 1962 por adoptar un sistema marxista-leninista y por apoyar movimientos subversivos que pretendían socavar la democracia en muchas naciones del continente. Entre otros hechos que se mostraron como ejemplo en esa reunión en Punta del Este, Uruguay, donde se decidió la expulsión, estuvo la invasión que realizaron tropas cubanas en coordinación con movimiento guerrilleros venezolanos a territorio nacional, específicamente en Machurucuto.
Tampoco han asistido Rafael Correa presidente de Ecuador, en solidaridad con Cuba, Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, quien ha alegado problemas de agenda y Hugo Chávez de Venezuela, por sus graves problemas de salud que lo mantienen viajando de manera continua entre Caracas y La Habana.
Una de las cosas que vengo escuchando desde hace varios años, o varias cumbres, es que algunos presidentes se quejan de que estos encuentros no dan ningún resultado relevante. Y ciertamente muchas veces he pensado que se pierde mucho tiempo y recursos en encuentros donde en varias oportunidades no se llega a ningún acuerdo, de hecho en la pasada Cumbre de Las Américas en Trinidad y Tobago ni siquiera se pudo realizar la firma de un documento que tuviese como contenido una declaración final conjunta.
Revisando un poco estos temas, he leído el plan de trabajo planteado para esta cumbre y he podido confirmar que el trabajo de un evento de esta naturaleza no se circunscribe a los 2 o 3 días en los que se realiza el encuentro de ministros de relaciones exteriores y presidentes, sino que es un trabajo que prácticamente comienza con la finalización de la cumbre anterior.
En el caso de la Cumbre de Cartagena, el GRIC (Grupo de revisión de implementación de cumbres) que es el principal órgano rector del proceso de las cumbres y que está conformado por los ministros de relaciones exteriores de cada país está reuniéndose con una agenda de trabajo bastante completa desde Abril del 2011, o lo que es lo mismo desde hace 1 años.
Esta comisión es la encargada de hacer seguimiento a los acuerdos alcanzados, recibir las contribuciones y recomendaciones de la sociedad civil y llevar todo el detalle de los acuerdos que se van cerrando a partir de las reuniones de trabajo previas a la cumbre de presidentes.
Entonces si hay cierta organización, ¿por qué cuesta tanto cerrar acuerdos?
Tiendo a pensar una vez que he revisado y entiendo mejor el funcionamiento de estos equipos de trabajo que es por falta de voluntad política de unos cuantos jefes de estado. No sirve de mucho que las comisiones de trabajo elaboren planes y realicen avances sobre los temas planteados si los presidentes no tienen la intención de refrendar dichos acuerdos.
Les pondré como ejemplo el caso de esta cumbre en Cartagena donde el tema central de la misma es “Conectando Las Américas: Socios de la prosperidad” y que se enfoca en: “el rol de la integración física y la cooperación regional como medio para alcanzar mayores niveles de desarrollo y superar los desafíos del Hemisferio en varias áreas claves incluyendo pobreza y desigualdades, seguridad ciudadana, desastres y acceso y uso de tecnologías”, cito textualmente lo que se encuentra expresado en la página web de la cumbre (http://www.summit-americas.org/sextacumbre.htm).
Sin embargo las declaraciones de unos cuantos de los jefes de estado en el último mes no han tenido absolutamente nada que ver con este tema. Básicamente la polémica se ha basado en el hecho de que Cuba no ha sido invitada al evento y en ello hemos estado dando vueltas durante un mes. De hecho algunos de ellos han declarado dentro de la cumbre que es la última a la que asisten sin Cuba. Adicionalmente en los últimos días se ha colado también el tema de Las Malvinas.
No digo que el reingreso de Cuba al sistema interamericano no sea importante, o que tenga alguna duda sobre el hecho de que las Islas Malvinas han de ser territorio argentino, pero ¿son temas tan importantes como para dejar de lado la cooperación en la lucha contra el narcotráfico, el tráfico de personas, la disminución de la desigualdad en la región o el tema cada día más grave de la violencia?
Mientras los presidentes no tengan la voluntad política de discutir los problemas realmente relevantes de la región, esos que afectan directamente a los ciudadanos, sino que sigan escudándose en temas políticos que saben que no pueden resolverse en un encuentro de dos días, pero que son buenísimos para poder continuar en una discusión ideológica que posiblemente a esta altura de la historia hasta carece de sentido, será mucho más complejo que consigamos solución a estos grandes problemas.
Debemos entonces los ciudadanos hacer presión a nuestros líderes políticos para que den respuesta a los problemas importantes y sobre todo para que no pierdan el tiempo en estos encuentros, ni saboteen el trabajo previo de sus propios equipos de trabajo.
carlosrodriguez@dialogopolitico.net
Muy buena reflexion Carlos, te felicito!!!!! Sigue asi y seras el proximo presidente, ojala…!!!
Yo particularmente que si la OEA es un concierto de naciones que se integran para, entre otras cosas, defender el sistema democrático y de libertades, mal puede invitarse o formar parte de la misma aquellos que desean destruir este sistema; por eso, mientas en Cuba siga habiendo una dictadura «monárquica» de partido único, más allá que sea comunista o marxista-leninista, sería un contrasentido que tenga una silla en dicho foro. Hay unos cuantos países que están jugando con candela, en el sentido que han ido paulatinamente abandonando la condición de nación democrática, a pesar de lo que establezcan sus constituciones respectivas y haya periódicamente elecciones, en la práctica, se están alejando a paso de vencedores de lo que debe ser un verdadero sistema democrático y de libertades, caso de Venezuela (Hoy por hoy Venezuela, sin ser una dictadura, está lejos de ser una democracia), Argentina (¿Cuántos períodos consecutivos tiene gobernando el matrimonio Kirchner?), Nicaragua (¿Daniel Ortega un demócrata?), Bolivia (¿Hasta cuándo Evo?) y Ecuador (Correa, el enfant terrible de la región). Todos estos países hoy por hoy están lejos de ser considerados una democracia, si bien no son dictaduras, estos regímenes se han esforzado por socavar y prostituir las bases de la democracia «desde la democracia», siendo su principal mentor la Venezuela de Hugo Chávez, que se muestra más cercano a un totalitarismo protocomunista que una democracia tradicional. No me explico qué hace Insulza así como tampoco me explico cómo es que no han expulsado a estos países del foro regional, al menos Venezuela, que ya no oculta su incomodidad de pertenecer al sistema interamericano cuando pretende salirse de la CIDH. ¿Hasta cuándo los países serios que integran la OEA tolerarán esta hipócrita conducta? ¿Valen más los intereses económicos que los principios?