«TAS PONCHAO»

Por Jonathan Planchart Lehrmann

El venezolano, si hay que reconocerle que algo tiene es creatividad humorística, e irónica en ciertos casos. En un reciente juego de pelota, un grupo de jóvenes aficionados al “deporte rey venezolano”, como lo es el béisbol, decidió aprovechar la coyuntura de un partido para manifestar, a través de una llamativa pancarta desplegada a un lado de las gradas del estadio, una consigna realmente ingeniosa: “Luz, Agua, Inseguridad: 1, 2, 3, Chávez TAS PONCHAO”. Ese mensaje se difundió de manera inesperada a través de las despistadas cámaras de Venevisión, cuestión que llegó a los televidentes de media Venezuela que seguía por T.V. las incidencias del juego, entre ellos los uniformados de la Guardia Nacional que, orden de un superior mediante, arremetió de manera violenta contra esos manifestantes, ocasionando un tumulto en el estadio. Sin embargo, fue demasiado tarde, en el subconciente de los venezolanos caló el mensaje de los improvisados fanáticos: Chávez TAS PONCHAO.

Y es que es cierto, la jugarreta de los fanáticos no podía ser mejor planificada, más apropiada, una lección inteligente para la dirigencia política opositora venezolana.

En el béisbol como en la economía, y la política, la estrategia es fundamental. Si usted es Mánager de un equipo que va perdiendo por, digamos, 2 carreras en el noveno inning, tiene 2 outs, corredores en primera y segunda, es poco recomendable indicar al bateador de turno que haga un “toque de bola”, por ejemplo; igualmente si usted es Ministro de Finanzas, y la economía de su país viene decreciendo, es suicida aplicar una devaluación unida a un corte de luz que reduzca significativamente la producción de las fábricas, y si usted es gobernante y no resuelve los problemas básicos de la población como lo son educación, salud y empleo, y aunado a eso tampoco resuelve el problema de inseguridad, te corta el agua y la luz, bueno, como en el béisbol, entonces está ponchao´. Así de sencillo.

Un partido de béisbol se juega normalmente a 9 innings. Un período constitucional duraba 5 años. Imagínese que la asociación de equipos de béisbol decida aumentar el número de innings a 12 para darles tiempo a los equipos a jugar un mejor partido, como aquí se llevó el período presidencial a 6 años, y aún así no dan un mejor espectáculo, como tampoco desde el gobierno resuelven los problemas sino que profundizan los ya existentes y aparecen otros nuevos, como la falta de agua y de luz, y quizá de comida también, y este gobierno además ya va por extrainning.

Sin duda, si en un equipo de béisbol el Mánager no oye ni a los fanáticos, ni a los jugadores, ni siquiera a los dueños del equipo, y se empeña en llevarlo por incompetencia al foso de la clasificación, pues ni modo, habrá que cambiarlo. La misma lógica se puede aplicar al Mánager de un país, el cual no es otro que el Presidente de la República, el cual, estando en extrainning, sin duda, está ponchao.

Como dato curioso, cuando un juego de béisbol está en extrainning, el juego no se resuelve sino por la vía de la muerte súbita. No existe un período que permita al Mánager planificar el juego, como cuando está comenzando, hasta el noveno inning, por lo que, a partir del décimo, puede pasar cualquier cosa. En mi caso, aún en extrainning, ligo a los Leones del Caracas.